Las personas que sufren retención de líquidos saben lo molesta que puede llegar a ser y de qué manera condiciona nuestra calidad de vida. Y aunque en general se tenga tendencia a padecerla, posiblemente hay algunas temporadas en que la sufren más intensamente debido al calor, el ritmo de vida, cuestiones hormonales, mala alimentación, etc.
Les propongo una dieta, en una semana podrás notar resultados muy positivos. La efectividad de esta propuesta se debe a que basaremos toda la dieta en una terapia para eliminar líquidos de manera natural, por lo que no debemos preocuparnos por posibles efectos secundarios, ya que nos beneficiaremos de ella de manera global y sentiremos un gran bienestar.
Deberemos ser estrictos durante estos siete días para que realmente notemos resultados en tan poco tiempo
Si al terminar la semana nos sentimos ligeros y llenos de vitalidad, podremos mantener algunos de los pasos seguidos durante estos días, para poder mantener los beneficios a largo plazo y de manera progresiva. Esta propuesta no está pensada para adelgazar o perder grasa, sino exclusivamente para aquellas personas que acumulan líquidos por diferentes motivos.
En ayunas
Nuestro cuerpo está más receptivo a cualquier remedio es justo cuando nos levantamos. Y la clave para esta semana, y para las siguientes si nos animamos, será tomar entre 2 y 4 vasos de agua tibia en ayunas. Al principio nos costará un poco, pero no hacer falta correr, e incluso podemos añadirle un poco de jugo del limón si nos resulta más agradable.
Antes de desayunar deberemos esperar 30 o 40 minutos.
Desayuno
Una fruta a elegir entre: pera, manzana o pomelo.
Avena con frutas, frutos secos y yogur, o bien tostadas de pan integral sin sal con alguno de estos ingredientes: aguacate, tahín, queso fresco o tortilla. Infusión de té verde y cola de caballo.
A media mañana podemos tomar una fruta u otra infusión de té verde y cola de caballo.
Almuerzo
El primer plato será cada día una sopa o crema de cebolla casera.
Para el segundo combinaremos hidratos de carbono y proteínas. Elegiremos un plato de cada una de estas dos opciones: Ración de hidratos de carbono: ensalada, arroz integral o basmati, pan integral o pasta integral. Ración de proteína: carne blanca, pescado, huevo o legumbres.
Evitaremos usar sal común y usaremos un poco de sal marina o bien de agua de mar. También podemos aliñar con especias, limón y vinagre para no tener que usar tanta sal y evitar que el plato sea insípido.
Postre: manzana o pera, cruda o al horno.
Cena
Las cenas de estos siete días consistirán en un primer plato de crema de verduras y un segundo plato de proteína (huevo, pescado, carne blanca, queso fresco o frutos secos).
La clave de la cena estará en la crema de verduras, que debe contener todas o algunas de estas verduras:
Apio: Es uno de los vegetales más diuréticos que tenemos y además da un sabor delicado a la crema. Para tenerlo siempre a mano, podemos trocearlo y guardarlo en el congelador, aunque siempre será más medicinal si lo usamos crudo y ecológico.
Cebolla: Es un poderosísimo diurético que nos ayuda a limpiar nuestros riñones. Además, gracias a su sabor también la podemos usar en todo tipo de sopas y cremas.
Lechuga: Tiene grandes propiedades diuréticas, pero también nos ayuda a regular el sistema nervioso, por lo que esta es una crema ideal para cenar, ya que nos ayudará a relajarnos antes de acostarnos.
Aliñaremos esta crema con aceite de oliva virgen extra y un chorro de agua de mar.
El agua de mar no solo no es comparable a la sal, sino que precisamente regula los líquidos de nuestro organismo. Hay que tener en cuenta que puede tener efectos laxantes según la cantidad que usemos.