Es un mito la idea que de que todo lo que se come antes de acostarse se convierte en grasa, pero hay buenas razones para no dormir inmediatamente después de una comida.

Cuando llenas tu cuerpo con alimentos  la comida se acumula en el estómago. Tu cuerpo le envía sangre y éste produce los ácidos y las enzimas necesarias para digerir la comida y enviarla a los intestinos. Esta es la razón por la que puedas sentirte somnoliento o cansado, tu cuerpo está trabajando en hacer la digestión. Es posible que sientas la tentación de acostarte pero evita hacerlo, existe un posible aumento del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

También participan otros factores a considerar:

Aumento de peso

Tu cuerpo utiliza los alimentos para obtener energía y grasa, sin importar si estás despierto o dormido. Sin embargo, cuando la gente está despierta, por lo general quema más calorías que cuando está dormida. Así que dar un paseo o lavar los platos después de las comidas es una buena manera de quemar calorías extra antes de ir a la cama. Dormir después de comer no siempre provoca aumento de peso, pero puede reducir el gasto de calorías de tu cuerpo, lo que indirectamente puede causar un aumento de peso.

Calidad del sueño

Algunas personas afirman que ir a dormir inmediatamente después de comer puede causar problemas de sueño, como pesadillas o sueño liviano. Hay un debate científico de la veracidad de estos relatos, pero algunos argumentan que el proceso digestivo puede de hecho hacer que las personas tengan un sueño intranquilo. Además, los alimentos pueden contener azúcar, cafeína u otros estimulantes que pueden alterar los ciclos normales del sueño. Si tienes problemas de sueño con ciertos alimentos, entonces es una buena idea evitarlos antes de ir a la cama.

Acidez

Acostarse inmediatamente después de comer puede aumentar la probabilidad de sufrir ardor de estómago. Cuando te acuestas, el paso entre el esófago y el estómago se convierte en horizontal, haciendo que los gases que causan la acidez viajen más fácilmente. Los alimentos grasos y ácidos son particularmente malos para la acidez y causan más problemas para las personas con problemas digestivos. El alcohol es otra causa común de acidez, y puede disminuir la calidad de tu sueño.

Derrame cerebral

Ir a dormir justo después de una comida puede aumentar tus probabilidades de sufrir un derrame cerebral. Un estudio realizado en la Universidad de la Escuela de Medicina en Grecia, que se centró en 500 personas sanas, 250 que habían sufrido previamente derrames y 250 con diagnóstico de síndrome coronario agudo, encontró que los que esperaron más tiempo entre comer y dormir estaban en menor riesgo de accidente cerebrovascular. Las teorías difieren en cuanto a por qué, pero incluyen la idea de que el reflujo ácido es más probable que cause la apnea del sueño, que está vinculado a los accidentes cerebrovasculares. Otra teoría es que el acto de la digestión y su efecto en tu presión sanguínea, los niveles de azúcar en sangre y el recuento de colesterol pueden afectar tu probabilidad de sufrir un derrame cerebral.

Síndrome de alimentación nocturna

Existe un debate acerca de la definición del síndrome de alimentación nocturna. Algunos dicen que se refiere a los que consumen la mayoría de sus calorías diarias inmediatamente antes de dormir, lo que puede plantear problemas para su calidad de sueño. Otros dicen que se refiere a las personas que se despiertan y no pueden volver a dormir sin comer. De cualquier manera, una dependencia de los alimentos para lograr el sueño puede ser peligrosa y provocar falta de sueño y aumento de peso rápidamente.