Por diversas circunstancias probablemente habrá pasado algo que te cause dolor y que recordarlo te haga daño. Acepta lo que no puedas cambiar, y deja ir aquello que te impida seguir adelante.

Hay situaciones que a simple vista pueden parecer negativas, pero que viendo un poco más allá pueden convertirse en oportunidades y dejar una serie de efectos positivos.

¿Cuántas cosas buenas pueden sucedernos después de perder algo que deseábamos conseguir o conservar?

Por mucho que te atormente debes tratar de pasar el menor tiempo posible frenado por esa situación, y si no sabes cómo puedes intentar poner los siguientes tips en práctica:

-No te aferres, deja ir. Según lo dicho anteriormente acepta las cosas que sepas que no puedes cambiar o que no pudiste hacer y pregúntate qué puedes hacer a partir de ahora. Serénate, deja salir tus sentimientos negativos y eso hará que veas la solución un poco más rápido.

-Recuerda las cosas buenas. Cada vez que comiencen las preocupaciones recuerda las situaciones gratas de tu vida, revive esos sentimientos positivos, llénate de ellos. Puedes tener dos o tres a mano de manera que te resulte mucho más fácil evocarlos.

-Confronta a tus temores. Haz una lista de todos tus miedos, piensa qué es lo peor que te puede pasar si se materializaran. Muchas veces nos negamos a afrontar los problemas imaginando que pueden ser peores de lo que en realidad son.

-Haz deporte. La mayoría de las tensiones se acumulan en el cuerpo, es muy importante que aprendas a relajarte físicamente para que aprendas a desprenderte de la carga emocional que te pueda atormentar. Esto te ayudará a soltar y a sentirte más liviano.

-Pasa la página. Pon un punto final, puedes elegir un tiempo de duelo por así decirlo, pero luego de esa fecha comprométete a desechar todo dolor que pueda causar el recuerdo, esto no implica que bloquees el hecho, sólo que vayas desligando las emociones negativas y/o dolor que pudiste haber sentido.

-Mantener una actitud activa y positiva. Evitar quedarnos pasivos, quietos y esperando a que alguien haga algo concreto para resolver nuestra situación, como si esto dependiera de un acto de magia.

Confía en ti mismo. Tú eres el único que tiene el poder de cambiar tu vida y de tomar decisiones diferentes de ser necesario, comienza a poner esto en práctica.