Cuando buscas bajar de peso usualmente se recurre a los refrescos de dieta, sin embargo esto puede resultar contraproducente.

Aquellas personas que desean cuidar su cuerpo, y sobre todo su peso, consumiendo refrescos dietéticos podrían sufrir el efecto contrario. Se demostró una relación directa entre la ingesta de refrescos de dieta y una mayor obesidad abdominal en adultos mayores a los 65 años de edad.

Las personas que consumen bebidas azucaradas consumen menos calorías por medio de sus alientos, a diferencia de quienes consumen bebidas dietéticas. Los edulcorantes artificiales pueden engañar al cerebro, haciéndolo creer que el cuerpo no está satisfecho por lo que se come más.

Otro estudio refleja alarmantes resultados que cuestionan la seguridad de consumir refrescos de dieta, no sólo aumentan la cantidad de grasa en el vientre sino que contribuyen a una mayor probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico; una combinación de factores de riesgo que conducen a la presión arterial alta, diabetes, obesidad y derrame cerebral.

Los edulcorantes artificiales no son indicativos de la disminución de la obesidad, conforme ha aumentado el consumo de ellos, también lo ha hecho la prevalencia de la obesidad

Un estudio encontró que el doble de personas que bebían refresco de dieta eran obesas. En promedio, las personas con sobrepeso que bebían refrescos de dieta consumían 88 calorías más por día que las personas con sobrepeso que bebían refresco normal, y las personas obesas que bebían refrescos de dieta consumían 200 calorías más que las personas obesas que bebían refrescos normales. Así mismo, las personas de peso saludable que consumían refrescos de dieta consumían 46 calorías más.

Otro estudio encontró que las personas que toman 4 latas o más, de refresco al día, son 30% más propensas a desarrollar depresión contra aquellas que no beben refrescos. El mismo estudio también descubrió que las personas que consumen café son 10% menos propensas a desarrollar depresión contra aquellas que no lo toman.

La Asociación American de Bebidas no está de acuerdo con los resultados del estudio. Sin embargo, los expertos en salud concuerdan en un punto; los resultados no son una buena razón para tomar más refrescos normales, sino para evitar los edulcorantes artificiales. La opción más saludables siempre es beber agua.